jueves, 28 de marzo de 2019

Mi primera campaña del Seminario



Cercanos a la Solemnidad de San José, la Iglesia celebra con gozo el Día del Seminario. En torno a esa fecha, los seminaristas somos enviados a los distintos pueblos y ciudades de nuestra diócesis para dar a conocer el Seminario, comunicar la buena noticia de nuestra vocación al Sacerdocio para que sirva de estímulo a otros a hacerse la pregunta ¿Señor, que quieres de mí?

Aunque llevo tres años en el Seminario, ha sido este el primero en que he sido enviado a realizar la campaña en Ayamonte e Isla Cristina (mi pueblo) y Aunque nadie es profeta en su tierra, ha sido una gracia que tanto a mi compañero José Manuel como a mí nos ha fortalecido en nuestra decisión de seguir a Cristo, el Buen Pastor.

Han sido unos días muy intensos: visitas a los institutos de Ayamonte de Isla Cristina por las mañanas, encuentros con los niños de Catequesis por las tardes, las Eucaristías en la Parroquias, rezo del vía-crucis, adoración nocturna, encuentros con monaguillos. Etc. Todo esto fue posible gracias a la gran acogida que tuvimos por parte de los Párrocos de Isla Cristina, D. Miguel, D. Francisco y D. Juan Luís; a D. Manuel y D. Álvaro, Párroco y vicario de Ayamonte respectivamente; a las profesoras de Religión Juana y Yolanda, catequistas y feligreses de ambas ciudades.

De esta manera, todos, los sacerdotes y laicos, estaban poniendo en práctica el lema de la campaña del día del Seminario: El Seminario, misión de todos. Este lema, viene a pedir al pueblo de Dios su implicación para con el Seminario, rezando por los que ya estamos, para que seamos fieles a la llamada de Jesús, perseveremos y sobretodo seamos santos, para que suscite más vocaciones a la vida sacerdotal, tan necesarias hoy en día.

En la Víspera y el día de San José por la mañana, al no ser festivo en nuestra Comunidad Autónoma, tuvimos la oportunidad de visitar los colegios e institutos de Huelva capital. Esta vez, junto a mi compañero Enrique, de último curso, visitamos el colegio de las Madres Agustinas donde pude seguir compartiendo mi experiencia vocacional y animar a los niños a rezar por el Seminario.

Ciertamente, ha sido una experiencia enriquecedora, un regalo más que me ha dado el Señor, solamente puedo darle gracias a Dios por esta campaña del Seminario, por todas las personas que ha puesto y sigue poniendo en mi camino, por el don de mi vocación y por todas las cosas que me regala a diario ¡Gracias Señor!

Finalmente, a ti, querido lector, pedirte que reces por nuestro Seminario de Huelva, para que el Señor, dueño de la mies, siga mandando obreros a su mies y para que más jóvenes se hagan la pregunta más decisiva de su vida: ¿Señor, que quieres de mí?

Juan José Travé González, Seminarista de primer curso.

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